Aunque cualquier decisión de trasladarse a otro país conlleva una gran cantidad de trámites burocráticos, hasta ahora el proceso era bastante sencillo para los británicos, debido a que el Reino Unido formaba parte de la Unión Europea. Todo esto ha cambiado como consecuencia de la decisión del país de abandonar la UE en 2016, haciendo que las cosas parezcan ahora más complicadas.
El distendido estilo de vida español atrae desde hace tiempo a muchos británicos que buscan algo diferente, ya sea pasar largos y calurosos veranos en sus casas de vacaciones o dar el salto completo y trasladarse permanentemente a climas más soleados. Formar parte de la Unión Europea facilitaba mucho esta posibilidad, pero el Brexit ha cambiado las cosas.
Desde el 1 de enero de 2021, los habitantes del Reino Unido ya no son ciudadanos de la UE y, aunque pueden seguir viajando a España, solo pueden permanecer en el país un máximo de 90 días en un periodo de 180 días. Para aquellos que deseen permanecer más tiempo o incluso de forma permanente, ahora es necesario un permiso de residencia.
Los ciudadanos del Reino Unido que puedan demostrar que vivían y estaban establecidos legalmente en España a fecha del 30 de diciembre de 2020 podrán solicitar una TIE (Tarjeta de Identidad de Extranjero) que les permita seguir viviendo y trabajando en España con prácticamente los mismos derechos que antes, según los términos del Acuerdo de retirada del Reino Unido de la Unión Europea.
Sin embargo, los que hayan llegado y lleguen a España después del 1 de enero de 2021 entrarán en el régimen general de inmigración. Sigue siendo posible obtener la residencia en España, pero ahora son necesarias varias condiciones más estrictas, una de las cuales es demostrar que se tienen ingresos suficientes.
Esto no siempre es posible, sobre todo para los jubilados o las personas que desean residir en España durante más de seis meses sin realizar ninguna actividad económica. En estos casos se puede solicitar un visado no lucrativo, en el que será obligatorio acreditar unos fondos económicos importantes, así como la posesión de una cobertura sanitaria privada, entre otros requisitos.
Permiso de residencia a través de una inversión
Sin embargo, también existe otra vía para obtener la residencia, a través del régimen de ‘Golden Visa‘, por el que se concede a los solicitantes de países no comunitarios un visado con la condición de que realicen un determinado tipo de inversión en España, entre las que se encuentran las siguientes:
- Inversión de 500.000 euros o más en bienes inmuebles españoles (sin hipoteca).
- Inversión de 1 millón de euros o más en acciones de empresas españolas.
- Inversión de 1 millón de euros o más en depósitos bancarios en entidades financieras españolas.
- Inversión de 2 millones de euros o más en bonos españoles.
Se han emitido más de 35.000 Golden Visas desde que se estableció el plan en 2013 y ahora los ciudadanos del Reino Unido también pueden beneficiarse de ello. Cualquier tipo de inversión inmobiliaria es válida, incluyendo la compra de propiedades comerciales, residenciales o terrenos. La inversión mínima de 500.000 euros excluye cualquier impuesto y gasto, pero puede repartirse en varias adquisiciones siempre que la inversión total de capital sea superior a 500.000 euros. Todo lo que supere esta cantidad puede financiarse con una hipoteca.
Pueden acogerse al régimen tanto las parejas casadas como las no casadas que hayan inscrito su pareja de hecho en el Registro Civil español (también aplicable a las parejas del mismo sexo), aplicándose a la pareja la inversión mínima de 500.000 euros.
Como la medida es retroactiva, los ciudadanos británicos que hayan comprado propiedades desde que se introdujo originalmente el plan pueden solicitar la Golden Visa, basándose en el precio de compra de su propiedad o propiedades en ese momento. Si este no alcanza los 500.000 euros, aún pueden optar a él realizando una compra adicional para asegurarse de que su inversión inmobiliaria total llega a esa cifra.
Todos estos son los requisitos para poder vivir en España y de este modo comprar uno de nuestros pisos de lujo en Barcelona.
Beneficios de la Golden Visa
Una vez concedido el visado español, el ciudadano británico puede vivir y trabajar en España mientras mantenga la inversión, y sus familiares (incluidos los cónyuges, los hijos menores de 18 años, los hijos discapacitados o dependientes mayores de 18 años y los padres dependientes) se beneficiarán de los mismos derechos. También tendrán acceso a la educación pública y privada.
Además de proporcionar al inversor todos los beneficios de la residencia española, ya que no hay restricciones en el uso legal de la propiedad, invertir en una propiedad española también puede ofrecer buenos rendimientos de alquiler, con el potencial de un ingreso regular.
El visado se concede por un periodo inicial de un año, tras el cual puede cambiarse por un permiso de residencia válido por dos años y renovable por periodos de cinco años a partir de entonces, siempre que se mantenga la inversión requerida. Una diferencia significativa con el visado no lucrativo, en el que se exige una estancia mínima de 180 días al año, es que con la Golden Visa no hay ningún requisito de estancia mínima, por lo que no es necesario vivir realmente en España, ni siquiera ser residente fiscal. Sin embargo, si el beneficiario decide vivir en el país, puede obtener la residencia española de larga duración tras cinco años de residencia continuada (más de 183 días al año) y la nacionalidad tras 10 años.
El proceso de solicitud es relativamente sencillo siempre que se cumplan todas las condiciones, y puede presentarse incluso en la Embajada o Consulado español más cercano al inversor. El proceso suele completarse en un plazo de 60 días.
Viajar por el espacio Schengen
Aunque los derechos concedidos sólo son aplicables en España y no en otros países de la UE, el beneficiario del permiso de residencia y sus dependientes podrán viajar libremente por los 26 países del Espacio Schengen sin necesidad de visado de 90 días por cada 180.
“La iniciativa de la Golden Visa es una excelente manera de dar a muchos ciudadanos no comunitarios la oportunidad de experimentar el maravilloso estilo de vida español como potencial residente permanente, así como la ventaja añadida de viajar libremente dentro de la zona Schengen, algo que para los británicos es ahora más atractivo que nunca”, concluye Francisco Nathurmal, CEO y fundador de Bcn Advisors.