The 5 best places to live in Barcelona for expats

¿Estás buscando los mejores lugares para vivir en Barcelona para expatriados? Si estás planteándote mudarte a una ciudad cosmopolita y costera de la península ibérica, quédate porque en este artículo te explicamos todo lo que debes saber.

Cuando uno se muda al extranjero, la decisión de dónde vivir puede ser todo un reto. Hay numerosos barrios de Barcelona entre los que elegir, cada uno con su propio carácter. En este artículo te contamos cuáles son los 5 mejores lugares para vivir en Barcelona para expatriados.

Aterrizas en una ciudad con una guía, pero la realidad es que visitar un barrio puede ser muy diferente a vivir en él. Tienes que pensar en cuestiones como: ¿prefieres la idea de vivir en una zona donde hay una comunidad de expatriados establecida o en un barrio donde hay una sensación más auténtica? ¿Quieres vivir en el centro de la ciudad y poder ir andando a la mayoría de los sitios o prefieres vivir en las afueras, que ofrecen más espacio? ¿Quieres vivir en una casa o en un piso? ¿Qué importancia tiene el espacio exterior? ¿Y estar cerca de los mejores colegios de Barcelona?

Barcelona ha experimentado una importante regeneración y renovación en los últimos 100 años, lo que ha dado lugar a una auténtica mezcla de viviendas, desde casas adosadas clásicas hasta edificios de nueva construcción. A continuación, analizamos 5 zonas de Barcelona muy populares entre la comunidad internacional y que, como ocurre en toda la capital catalana, ofrecen una fantástica calidad de vida.

Ciutat Vella (casco antiguo de Barcelona)

El casco antiguo es el emblemático corazón de la ciudad catalana, y una de las mejores para vivir en Barcelona como expatriado: repleto de calles estrechas y sinuosas que ofrecen infinitas oportunidades para explorar y descubrir. Conocido localmente como la “Ciutat Vella”, se remonta al año 133 a.C. y cada rincón es fascinante, donde lo antiguo y lo moderno se combinan para crear el bullicio de la vida cotidiana y la actividad turística.

El casco antiguo está formado por cuatro barrios diferentes, tres de los cuales se encuentran dentro de las murallas originales de la ciudad: el misterioso Barri Gòtic, el vibrante Raval y el bohemio Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera, también conocidos como El Born.

El cuarto barrio es la Barceloneta, en rápida transformación, un barrio que ha cambiado de personalidad desde que la otrora próspera industria pesquera local diera paso a las modernas playas de la ciudad, los bulliciosos mercados y los elegantes hoteles. Frente a la Catedral, sobre la Via Laietana, el colorido techo de mosaico del mercado de Santa Caterina anuncia el barrio 3 en 1 de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera.

Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera también alberga el parque más grande de la ciudad, el Parc de la Ciutadella, que ofrece la oportunidad de disfrutar de césped, árboles e incluso un lago. Se trata de una zona que presume de prestigiosos pisos reformados con vistas a plazas históricas, mientras que las boutiques independientes y los animados bares están rodeados por murallas romanas magníficamente conservadas.

Eixample

El barrio del Eixample se traduce literalmente como “Ensanche”, el gran distrito central que expandió la ciudad en la década de 1890, conectando el barrio gótico con el cercano pueblo de Gràcia. El Eixample de Barcelona, con su trazado en cuadrícula, fue obra del ingeniero catalán Ildefons Cerdà, cuya visión del siglo XIX no sólo era ambiciosa, sino que se adelantó a su tiempo.

Este proyecto residencial reconocible en todo el mundo está situado al norte de la plaza de Cataluña y comprende el Eixample derecho y el Eixample izquierdo, divididos entre el hermoso bulevar del paseo de Gracia y la más íntima Rambla de Catalunya. Sin lugar a duda, uno de los mejores lugares para comprar una propiedad en España si eres expatriado, ya que además de contar de todos los privilegios y ventajas de vivir en en una ciudad, estás cerca de todos los servicios y comercios importantes. Los pisos de Paseo Gracia te brindan la oportunidad de vivir en un entorno cultural y vibrante.

El sencillo y audaz plan de Cerdà consistía en multiplicar por diez el tamaño de la ciudad construyendo bloques residenciales funcionales, atractivos y eficientes. Sus innovadores espacios urbanos también ofrecían oasis ocultos de calma y vegetación como antídoto contra el estrés de la ciudad. Hoy en día, la vida en este céntrico distrito ofrece a los transeúntes una vista perfectamente enmarcada de una arquitectura impresionante y magníficos pisos que se cuentan entre los más deseados del mundo.

El Eixample goza de fácil acceso al casco antiguo de Barcelona y al paseo marítimo con todas sus atracciones de renombre mundial. Se trata de una zona ajetreada, urbana y funcional, pero también fascinante y espaciosa, que se remonta a la principal motivación de Cerdà: un estudio del casco antiguo de la ciudad que llegó a la conclusión de que cuanto más estrecha y oscura era la calle en la que vivías, más corta era tu vida.

Gràcia

Gràcia es un barrio orgulloso, con un fuerte patrimonio e identidad, uno de los muchos pueblos independientes absorbidos por la Barcelona en expansión a finales del siglo XIX, pero que en esta ocasión remonta sus orígenes a 1628. En un mapa, el amasijo de calles estrechas destaca donde el Eixample se detiene inevitablemente en la parte superior del paseo de Gracia. Comparativamente desconocido por las hordas turísticas hasta los años noventa, Gràcia se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan un descanso de la Barcelona turística y sumergirse en sus calles de moda y vibrantes.

La gente también viene para quedarse, atraída por bloques de apartamentos con carácter, casas adosadas escondidas y rincones auténticos que han luchado contra la urbanización excesiva. La topografía de Gràcia es una parte clave de su carácter. El barrio empieza en el punto donde una suave pendiente que sube por la ciudad desde la playa se convierte en una auténtica ladera. Como la mayor parte de Barcelona, Gràcia es un barrio orgulloso, vivo, que respira y trabaja, con un atractivo único y atractivos para todas las edades. Inevitablemente, se está aburguesando cada vez más debido a la creciente demanda y las renovaciones de lujo han visto múltiples viviendas convertidas en modernos espacios de vida del siglo XXI.

Zona Alta

La Zona Alta de Barcelona ofrece una variedad de barrios con caracteres diferentes, pero que comparten la misma sensación de exclusividad, amabilidad y ritmo de vida relajado. Todo esto se combina con algunas de las viviendas más impresionantes de la ciudad y las mejores instalaciones familiares. La Zona Alta es donde encontrarás impresionantes propiedades en barrios residenciales.

Se extiende desde la Avenida Diagonal hasta las verdes colinas de Collserola, con un aire de privilegio elevado, pero también goza de un rápido acceso al centro de la ciudad a través de excelentes conexiones de tren y servicios regulares de autobús. Con la Ronda de Dalt y la Diagonal a mano, salir de la ciudad es fácil y el aeropuerto internacional de Barcelona está a un corto trayecto en coche.

El barrio residencial de Sarrià se encuentra en el corazón de la Zona Alta. Al igual que Gracià, fue en su día un bonito pueblo independiente que fue absorbido por una Barcelona en crecimiento hace aproximadamente un siglo. Esta parte de Barcelona es capaz de dar cabida a aquellos servicios que requieren un poco más de espacio, lo que resulta en una gran cantidad de escuelas y colegios internacionales y locales muy respetados, hospitales y clínicas de lujo y exclusivos clubes sociales y deportivos.

Al oeste, Pedralbes es el barrio residencial por excelencia de Barcelona. Enclavado en un apacible privilegio a los pies de frondosas colinas, presume de magníficas casas unifamiliares con cuidados jardines, piscinas infinitas y alta seguridad, y está salpicado de exclusivos bloques con áticos y apartamentos que ocupan plantas enteras.

Al sur, las estrechas calles de Sarrià dan paso a un trazado más organizado en la vecina Tres Torres, donde las casas adosadas ordenadas forman un paisaje relativamente bajo y acogedores bares y cafeterías aguardan en pintorescas plazas. Sant Gervasi desciende hasta la Avinguda Diagonal y marca el límite entre la Zona Alta y el centro urbano de Barcelona.

Desde aquí, las pendientes poco pronunciadas del Turó Park y sus exclusivos apartamentos ascienden hacia la ladera más escarpada. La vida al aire libre y sus múltiples actividades asociadas son una parte fundamental de la vida en la Zona Alta. Las colinas de Collserola forman un pintoresco telón de fondo constante de la ciudad, con la imponente montaña del Tibidabo como espectacular mirador.

Sant Martí

Cualquier recién llegado a la ciudad no tendrá dificultades para localizar Sant Martí, gracias al imponente Hotel Arts y al resplandeciente Peix d’Or (Pez de Oro) de Frank Gehry. Sant Martí es un ejemplo perfecto de la apuesta de Barcelona por la transformación de un barrio industrial en decadencia en un centro con carácter del siglo XXI, es decir, tecnológico, sostenible y de ocio.

Este extenso distrito se extiende desde el mar hasta el espectacular Hospital de Sant Pau y linda con la Gran Vía y el río Besós. Sus dos barrios clave son Poblenou y Diagonal Mar, ambos frente al mar, al oeste de la Vila Olímpica y del zoo de la ciudad. La ubicación de esta zona junto al mar combina a la perfección el atractivo del estilo de vida mediterráneo con la vida urbana de Barcelona.

El proceso de reurbanización se inició cuando se concedieron a la ciudad los Juegos Olímpicos de 1992 y la Vila Olímpica creció a partir de un paisaje industrial recuperado, que entonces daba la espalda al mar. Esta transformación ha continuado extendiéndose, y hoy en día los negocios y la tecnología impulsan el crecimiento de la zona, con el ambicioso Proyecto 22@ diseñado para convertir Poblenou en uno de los centros tecnológicos más avanzados y admirados del mundo.

La cercana Diagonal Mar ofrece una gran cantidad de hoteles y bloques de apartamentos, bulevares abiertos, exuberantes zonas verdes y caminos que llevan hasta el mar.

La Rambla de Poblenou conserva el recuerdo de sus viejos tiempos como animado foco local de socialización y comercio, con sus peculiares tiendas, restaurantes internacionales, bulliciosos mercados y vibrantes bares que parecen desafiar con encanto la revolución de miles de millones de euros que se está produciendo a su alrededor.

El segundo parque más grande de Barcelona, el Parc de Diagonal Mar, subraya la transformación de este antiguo erial urbano. Esta fascinante mezcla de esculturas, colinas cubiertas de hierba, toboganes gigantes ocultos y un enorme lago fue idea del visionario Enric Miralles.

Es evidente que Sant Martí ha cambiado para bien. Sus vanguardistas barrios de Poblenou y Diagonal Mar lideran un futuro más acogedor que promete ser más limpio, mejor y más accesible en todos los sentidos.

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