El gobierno español tiene previsto vacunar al 70% de la población antes del verano. Sin embargo, cumplir ese objetivo depende de la disponibilidad de las vacunas y de la capacidad de los gobiernos autonómicos para administrarlas. El despliegue de la vacunación no ha sido hasta ahora un camino de rosas, pero hay al menos un rayo de luz en el horizonte.
A través de la UE, España ha firmado contratos para siete vacunas diferentes, que suman 140 millones de dosis. Con una población de casi 47 millones, esto significa que hay suficiente cantidad para vacunar a todo el país. Lo que no está claro actualmente son los plazos para hacerlo. Tres vacunas -Pfizer, Moderna y AstraZeneca- ya han sido aprobadas y se espera que durante el segundo trimestre del año las vacunas lleguen a mayor velocidad. Se espera que la vacuna de Janssen también esté disponible entonces.
Tras un año difícil para el mercado inmobiliario, nos preguntamos cómo afectará al sector el despliegue de la vacuna en lo que queda de 2021.
Mayor confianza
Cuanto más rápido se vacune la población, más rápido se recuperará la economía española y, con ella, se renovará la confianza en el mercado inmobiliario, que siempre ha estado a merced del estado del país. El FMI ha pronosticado que el PIB de España habrá caído algo más del 11% durante 2020, pero ha previsto que este año vuelva a haber un crecimiento positivo del 5,9%. La gente que había estado esperando a que la pandemia empezara a remitir se planteará hacer movimientos. “La llegada de la primavera, combinada con el despliegue de la vacuna en toda España, devolverá algo del tan necesario optimismo y reafirmará la vivienda en España como una inversión a prueba de inflación”, comenta Francisco Nathurmal, fundador y director general de Bcn Advisors.
El espacio exterior será un plus
La mayoría de los agentes inmobiliarios coinciden en que ha aumentado el interés por las viviendas que ofrecen espacio exterior, ya sea un piso con terraza o una casa con jardín en las afueras. Incluso cuando la vacuna se haya extendido a todo el país, la tendencia de elegir viviendas con espacios exteriores va a continuar. “Esperamos que los habitantes de la ciudad que quieran una vivienda más grande busquen casas en las afueras en lugar de abandonar la ciudad por completo”, añade Nathurmal.
Un renovado interés por la vida urbana
Aunque este cambio de estilo de vida se traduce en una menor demanda de viviendas en las ciudades, se espera un resurgimiento de las viviendas en los núcleos urbanos después de la crisis. A medida que aumenta el número de personas que se vacunan, se espera que especialmente los jóvenes profesionales vuelvan a las grandes ciudades, como Barcelona. “El campo fue una buena vía de escape de la pandemia para muchos, pero nunca podrá competir con un centro urbano vibrante en lo que respecta a la gastronomía, el arte, la cultura y, lo que es más importante, las oportunidades de trabajo. Una vez que los sectores de la hostelería y el ocio puedan funcionar con mayor capacidad, volverá el atractivo de las grandes ciudades, impulsando de nuevo tanto el mercado de venta como el de alquiler”, afirma Nathurmal.
Las afueras y un gran espacio seguirán siendo atractivos
Aunque muchos volverán a comprar viviendas en las ciudades, otros se darán cuenta de lo mucho que se puede ahorrar en esos trayectos en coche o en tren hacia el trabajo. Es posible que algunas empresas decidan mantener a algunos de sus empleados trabajando desde casa o introducir el trabajo flexible, lo que significa que las viviendas con oficinas en casa, gimnasios y jardines o terrazas seguirán siendo muy solicitadas. También puede haber interés por parte de los compradores con mayores ingresos que puedan permitirse una segunda vivienda cerca de la ciudad como refugio, en caso de que se produzcan futuros confinamientos. “La gente decidirá más mudarse por razones de estilo de vida debido a la pandemia, una tendencia que espero que continúe durante muchos años. Aquellos que habían pensado en jubilarse en la ciudad podrían replanteárselo y unirse a algunos de los upsizers en las afueras de la ciudad o en los municipios de alrededor”.
Esperanza para el futuro
Las vacaciones de primavera y verano devolverán un sentimiento de optimismo y esperanza que ha faltado aproximadamente en los últimos 12 meses. Cuando la gente tiene sentimientos positivos respecto al futuro, tiende a tomar decisiones más atrevidas, como la de cambiar de casa. “Sigue habiendo grandes retos para todos, incluidos los que trabajamos en el sector inmobiliario. Sin embargo, estamos preparados para afrontar esos retos y, en general, nos sentimos optimistas sobre el año que se avecina”, concluye Nathurmal.